sábado, 12 de enero de 2013

Entrevista a José Antonio Busto Villa

José Antonio García-Saavedra




José Antonio Busto Villa, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos -FESBAL-, que recientemente ha recibido el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia. José Antonio Busto habla con nosotros sobre esta federación que cuenta con más de 50 sedes en España y que se halla integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos.




El Perfil

"Lidiamos con la gran demanda de alimentos y la poca oferta"

En los periodos de crisis económica es normal que aflore el lado más humano de las personas ante las circunstancias que atraviesan sus semejantes. La Federación Española de Bancos de Alimentos es un fiel testigo de esas situaciones y un canal muy utilizado tanto por las empresas  como  por particulares para proveer de alimentos a los que más lo necesitan. La FESBAL que nació hace más de quince años, cuenta en la actualidad con más de 50 sedes distribuidas por toda la geografía española y se integra dentro de la Federación Europea de Bancos de Alimentos. Una Institución, que el pasado 2012 ha recogido uno de los galardones más preciados en nuestro país: el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia de mano de su presidente, el asturiano José Antonio Busto Villa. 

Un premio sin duda reconocido, merecido y  cuya candidatura ha sido respaldada por un gran número de avales. Su presidente, satisfecho por este reconocimiento, recuerda aún incrédulo el día en el que les comunicaron la propuesta de la FESBAL para optar al premio a la Concordia. Un  reconocimiento, como el mismo explica, otorgado al trabajo de los miles de voluntarios con los que cuenta el Organismo y sintiéndose, él mismo, como uno  más desde que se jubilara como  ingeniero  hace más de once años.

 Con un tono cálido y cercano, José Antonio narra algunas historias de la  situación por la que atraviesan diversas familias españolas que recurren a los servicios de la FESBAL y repasa algunos  detalles que hacen posible el buen funcionamiento de la misma. Y aunque señala con gratitud que uno de los  engranajes principales son  sus voluntarios, no se olvida de las empresas e instituciones que colaboran para que la Federación pueda cumplir con su causa más solidaria: ser de utilidad y suplir ciertas carencias vitales a miles de personas desfavorecidas. 

Unas carencias que, según el presidente de la FESBAL, seguirán existiendo en 2013 ya que casi todos los pronósticos apuntan a que la crisis no nos abandonará tan rápido como desearíamos, apunta con un tono de voz desencajado. Sin embargo, se intuye en su rostro señales de  tolerancia, constancia y lucha, sin duda, reconocidas y otorgadas en ese galardón recientemente concedido en  el Premio Príncipe de Asturias que se exhibe en la vitrina de su despacho y que, por cierto, pesa lo suyo. Un símbolo al reconocimiento y agradecimiento a la labor encomiable que ejerce la Federación, además de suponer un gran escaparate para quienes son desconocedores de la Institución y su causa y a aquellos futuros colaboradores con la misma.

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