Amanda Rodríguez, estudiante de Biología y Coordinadora General de Arcópoli, una de
las asociaciones más comprometidas con el colectivo LGTB, que trabaja
por la igualdad laboral y social de gays, bisexuales, lesbianas y transexuales en un
entorno principalmente universitario y entre cuyos últimos proyectos está el desarrollo de unas encuestas sobre homofobia y bifobia
en la Universidad Politécnica de Madrid. Sobre todo esto y muchos más
trabajos nos habla Amanda Rodríguez, una joven decidida en luchar por lo que cree y por unos derechos igualitarios.
El Perfil
Su energía queda patente en el mismo momento en el que cruza
el umbral de la puerta y toma asiento frente al micrófono. Ataviada de modo
informal, no lleva bandera representativa alguna, pero no le hace falta, se
nota que lleva por dentro los colores que defiende. Un arcoíris de vitalidad, decisión,
firmeza, orgullo, dedicación y empatía. No se achanta ante el micrófono, sino
que a través de un discurso estructurado y coherente va dejando claros todos y
cada uno de los aspectos sobre los que es preguntada.
Convencimiento y solidaridad son dos elementos clave en el trabajo
que desempeña en la asociación Arcópoli, de la que se siente tremendamente
orgullosa y no trata de ocultarlo durante el transcurso de la entrevista. Se
deshace en elogios hacia el resto de miembros y socios, y habla con ilusión de
los logros y actividades en defensa y ayuda del colectivo LGTB llevadas a cabo
por Arcópoli.
No obstante, no puede evitar soltar una mueca de dolor al
recordar los múltiples casos de homofobia, bifobia y transfobia que siguen
padeciendo muchas personas, inclusive dentro del ámbito universitario. Lo que
potenció la puesta en marcha del último proyecto de la asociación: una serie de
encuestas sobre estos nocivos comportamientos que han logrado recolectar en un
tiempo récord.
Sin embargo, por el camino se han encontrado con algunas
puertas cerradas y posturas en contra por parte de algunas figuras
representativas del entorno universitario que han dolido especialmente a la
asociación. Pero Amanda y Arcópoli no cesarán en el intento de generar una
mayor concienciación social y lograr un estadio de igualdad al que todas las
personas LGTB tengan acceso, pues tal y como ella misma destaca: “Yo me quedo
en la acción”.
A pesar de todo, no pierde la esperanza en conseguirlo, eso
denotan sus actos; y no se rendirá hasta verlo realidad, eso se ve en sus ojos.
Mientras haya un solo caso de discriminación por orientación sexual, Arcópoli
estará allí para hacer todo lo posible, por lo que como la propia Amanda
afirma: “Ojalá no tuviésemos que existir”.
Enhorabuena a Ángel Cívico por esta magnífica entrevista y a Amanda Rodríguez y demás miembros de Arcópoli por su trabajo diario.
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