Carmen Bustillo ha ejercido como Secretaria de 3º Ciclo de
nuestra facultad durante más de quince años. Por sus manos han pasado muchos
alumnos y profesores, al igual que compañeros de trabajo. Son muchos de los que
se acuerda, y otros tantos con los que aún mantiene relación. Ahora, Carmen se
ha jubilado y se acerca a los micrófonos de "Entre Tú y Yo" para
hablarnos de sus vivencias en el edificio gris.
"Tengo carácter, pero me siento muy querida"
Los estudios de Inforadio se preparaban
para recibir a un huracán dispuesto a comentarlo todo. Por la puerta, aparece
una mujer con una inmensa sonrisa y muchas ganas de compartir un rato con
nosotros. Carmen bustillo ha dedicado más de quince año a la Secretaría de 3º
Ciclo de nuestra Facultad. Muchos han sido los alumnos que han pasado por sus
manos, y otros tantos aquellos de los que guarda un muy buen recuerdo y algún
que otro regalo que ahora ejerce de adorno en su salón. Tras estudiar la carrera de Turismo, esta
madrileña de nacimiento dedicó más de veinticinco años a la empresa privada,
lugar en el que confiesa haberse formado, además de recorrer muchos países y
aprender inglés, siendo una de los pocos de su generación que lo habla con
fluidez. Ha mantenido el mismo puesto durante todos estos años, siendo lo único
que ha cambiado, sus compañeras de despacho. Unas compañeras que resaltan su
constancia y su cabezonería para que todo
llegue a buen puerto. Su empeño ha sido siempre hacer las cosas bien. Aunque
algunos remarquen su difícil carácter, es algo que se echará en falta ahora que
le ha tocado jubilarse. Carmen sólo tiene buenas palabras para la gente que le
rodeaba y confiesa mantener aún contacto con muchos de ellos. Algo que parece
ser recíproco ya que muchos de sus compañeros se acercaban a saludarla con
cariño a su llegada a nuestra Facultad. Conforme pasa el tiempo, el huracán al
que esperábamos iba descendiendo de nivel pasando a ser una tormenta tropical.
Eso sí, una tormenta que no esconde su carácter. Al igual que deja visible su
nobleza, el cariño hacia lo suyos, y su carisma. Al fin y al cabo estos son los
ingredientes que posiblemente puedan definir el perfil de una triunfadora. A
pesar de todo, Carmen abandona los pasillos del ‘’edificio gris’’ esperando
volver a reencontrase con sus recuerdos más adelante. Aunque confiesa ser feliz
como jubilada, se advierte un cierto anhelo hacia nuestra Facultad. Esa
Facultad que tanto le ha dado, y a la que tanto ha dado.
Te extrañamos muchísimo...
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