José Antonio Busto Villa, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos -FESBAL-, que recientemente ha recibido el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia. José Antonio Busto habla con nosotros sobre esta federación que cuenta con más de 50 sedes en España y que se halla integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos.
"Lidiamos con la gran demanda de alimentos y la poca oferta"
En los periodos de crisis económica es normal que aflore el lado
más humano de las personas ante las circunstancias que atraviesan sus semejantes.
La Federación Española de Bancos de Alimentos es un fiel testigo de esas
situaciones y un canal muy utilizado tanto por las empresas como
por particulares para proveer de alimentos a los que más lo necesitan. La
FESBAL que nació hace más de quince años, cuenta en la actualidad con más de 50
sedes distribuidas por toda la geografía española y se integra dentro de la
Federación Europea de Bancos de Alimentos. Una Institución, que el pasado 2012
ha recogido uno de los galardones más preciados en nuestro país: el Premio
Príncipe de Asturias a la Concordia de mano de su presidente, el asturiano José
Antonio Busto Villa.
Un premio sin duda reconocido, merecido y cuya candidatura ha sido respaldada por un
gran número de avales. Su presidente, satisfecho por este reconocimiento,
recuerda aún incrédulo el día en el que les
comunicaron la propuesta de la FESBAL para optar al premio a la Concordia. Un reconocimiento, como el mismo explica,
otorgado al trabajo de los miles de voluntarios con los que cuenta el Organismo
y sintiéndose, él mismo, como uno más
desde que se jubilara como ingeniero hace más de once años.
Con un tono cálido y cercano, José Antonio narra algunas historias
de la situación por la que atraviesan diversas
familias españolas que recurren a los servicios de la FESBAL y repasa algunos detalles que hacen posible el buen funcionamiento
de la misma. Y aunque señala con gratitud que uno de los engranajes principales son sus voluntarios, no se olvida de las empresas
e instituciones que colaboran para que la Federación pueda cumplir con su causa
más solidaria: ser de utilidad y suplir ciertas carencias vitales a miles de
personas desfavorecidas.
Unas carencias que, según el presidente de la FESBAL, seguirán
existiendo en 2013 ya que casi todos los pronósticos apuntan a que la crisis no
nos abandonará tan rápido como desearíamos, apunta con un tono de voz
desencajado. Sin embargo, se intuye en su rostro señales de tolerancia, constancia y lucha, sin duda,
reconocidas y otorgadas en ese galardón recientemente concedido en el Premio Príncipe de Asturias que se exhibe
en la vitrina de su despacho y que, por cierto, pesa lo suyo. Un símbolo al reconocimiento y agradecimiento a
la labor encomiable que ejerce la Federación, además de suponer un gran
escaparate para quienes son desconocedores de la Institución y su causa y a aquellos
futuros colaboradores con la misma.
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