El baloncesto atraviesa uno de
los momentos más complicados de los últimos tiempos, y tras un verano plagado
de incógnitas, finalmente fue TVE la cadena que apostó por el deporte de la
canasta para los próximos 4 años. Nuestro compañero Mauricio Fernández, se ha
desplazado hasta los estudios de TVE en Sant Cugat del Vallés, Barcelona, para
hablar con Arsenio Cañada, el responsable de poner voz a las retransmisiones
cada fin de semana. Cañada entró en la cadena pública en el 2000, y cuando habla,
sus palabras destilan una firmeza difícil de rebatir. Cercano y afable, es
consciente de que la situación del periodismo no es la mejor, y espera que la
radicalización del deporte en los medios sea solo una moda.
El Perfil
El baloncesto no atraviesa uno de
sus mejores momentos debido a la voraz crisis económica que arrasa con todo lo
que encuentra a su paso. La ACB, la segunda mejor liga de baloncesto del
planeta después de la NBA, se encuentra bajo mínimos. Muchas estrellas han
decidido emigrar en busca de mejores contratos y la situación no es la mejor
para el espectador. A pesar de todo, TVE decidió apostar por el deporte de la
canasta y se hizo con los derechos de la competición para las próximas cuatro
temporadas.
En todo esto, Arsenio Cañada
tiene mucho que decir. Aterrizó en la cadena pública en el 2000, y desde 2007
ha tenido el privilegio de ser el narrador de la ACB y de los JJOO de Pekín y
de Londres, con dos platas históricas para España que ya son parte viva de la
historia reciente.
En una trayectoria que se podría
describir como una carrera de fondo, Cañada ha ido subiendo peldaños sin prisa
pero sin pausa. Lo que empezó como una afición más y un divertimento en el
colegio fue tomando fuerza, y después de dar sus primeros pasos como jugador y
árbitro, decidió que el deporte sería su medio de vida.
Finalizó sus estudios de
periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, y tras 6 meses de prácticas
en TVE y algo de fortuna, se ganó un sitio en algo con lo que siempre había
soñado: vivir del mundo del deporte.
Cercano y afable, cuando es
preguntado por la fórmula mágica para que el baloncesto se consolide en la
pequeña pantalla se concentra, lo tiene
claro. “Lo que se debe hacer es cuidar a los que están y ser realistas con los
objetivos del baloncesto, ni más ni menos”, afirma con un semblante serio.
Mientras los aficionados al
baloncesto se sientan frente al televisor cada fin de semana para ver el
partido de la jornada, Arsenio Cañada asume la difícil tarea de ofrecer su
mejor versión con el micrófono a pesar de no desplazarse a los distintos
pabellones como se hacía antaño. Afirma que esta no es tarea fácil porque el
público es exigente, pero es consciente de que no es momento para lamentarse.
El baloncesto lucha por sacar la
cabeza a flote en un cruel panorama donde los medios de comunicación dedican
casi todo su espacio al fútbol, pero Cañada sigue firme en su empeño. Espera
que la radicalización de los deportes sea una moda, y que la vuelta al espíritu
olímpico de competir por competir se torne en realidad de aquí a un futuro no
muy lejano. El tiempo dirá.
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