Entrevista a Pedro Sorela

Ángel Cívico

Sereno y sobrio, conciso en sus respuestas y de ideas claras. Así se nos presenta Pedro Sorela, periodista, docente y, por supuesto, escritor que no renuncia a ninguna de sus múltiples facetas a la hora de afrontar su vida y compaginarlas con otra de sus grandes aficiones: viajar. En la entrevista de hoy, Pedro Sorela charla con nosotros sobre su última obra, El sol como disfraz, en la que presenta el 'frontstage' de un singular periódico. También sobre la profesión, la docencia y el devenir del periodismo tiene palabras este escritor que nos ofrece toda una lección magistral a través de la entrevista.

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El Perfil

"Los periodistas están tratando de sobrevivir"

A medida que se acerca al estudio 103, el eco de sus pasos se va agudizando hasta resonar por todas y cada una de las estancias que conforman Inforadio. Decidido y firme en su avance, Pedro Sorela no titubea ni amaga a la hora de enfrentarse al micrófono, no en vano, la entrevista es una práctica que no le es desconocida, especialmente a raíz de la publicación de su último libro, El sol como disfraz. Resuelve no utilizar los auriculares, ¿para qué?, él ya conoce su propia voz, que pese a caracterizarse por su gravedad y potencia, tiende a suavizar para generar un entorno apropiado para la conversación íntima.

Profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, su faceta como docente queda pronto al descubierto. Hace de la entrevista una lección magistral de periodismo, similar a las que cada día ofrece a decenas de jóvenes a través de sus clases. Habla de su libro, pero tiene claro a quién lo dirige: al estudiante, al futuro periodista que, en su opinión, ha de enfrentarse a una profesión en la que los expertos únicamente intentan sobrevivir. Supervivencia que, en último extremo, conlleva cierto conformismo que permite la supremacía del periodismo de lluvia y la nota de prensa. No obstante, aún queda esperanza para el texto sonoro, colorido y creativo por el que este profesor aboga y al que tantas veces han debido de hacer frente sus pupilos. Y es que si algo desea transmitir a los jóvenes universitarios es el espíritu creativo.

Ríe cuando le comentan la sorpresa con la que algunos estudiantes reciben los trabajos que asigna en sus clases. Sin embargo, adquiere un tono más serio al animar a sus alumnos a complementar su formación académica, bien sea con el viaje, idiomas o especialización, pues en palabras de Pedro Sorela, un certificado universitario importa hoy en día poco. Somos la generación más titulada, no la mejor preparada, argumenta el veterano periodista, que sin ninguna melancolía apunta que el mundo tal y como se conocía ha acabado, y alienta a los jóvenes a prepararse en conciencia para el que viene.

Serenidad y sobriedad son dos cualidades innatas en Pedro Sorela que se perciben y dejan su huella en el transcurso de la entrevista, independientemente del tema del que hable el entrevistado. No obstante, bien sea en sus palabras o en sus gestos, se manifiesta un ligero toque de candidez, de paternalismo quizá, que sólo aquellos profesores preocupados por el devenir y bienestar de sus alumnos poseen. Curtido en cientos de batallas, la cautela es una más de sus virtudes, por lo que trata de evitar las miradas ajenas que pudiesen perpetrar una coraza construida con el paso de los años.

Este profesional de múltiples nacionalidades sabe lo incierto que puede ser el devenir, por lo que no duda en contar siempre con planes B, e incluso C. Un futuro que, tal y como hace con sus retratos, línea a línea irá dibujando: aprendiendo de los errores y formando nuevos trazos más consistentes fruto de la experiencia acumulada.