Entrevista a Miguel Ángel García, corresponsal de TVE en Berlín

Anabel Frutos

Las corresponsalías están sufriendo, como el periodismo en general, los efectos devastadores de la crisis. Las plantillas se reducen, y los corresponsales que quedan se convierten en pluriempleados en un mundo donde la información es cada vez más importante. Nuestra compañera Anabel Frutos, "corresponsal Erasmus" en Alemania, se ha trasladado a Berlín para hablar con uno de esos profesionales: Miguel Ángel García. Tras más de dos décadas trabajando en TVE y haber ocupado varios cargos importantes, decidió marcharse hace cinco años a Berlín. Allí reside hoy junto a su familia, mientras desempeña su gran vocación: el reporterismo.

Ir a descargar

El Perfil

Un gran ventanal por el que se inmiscuyen unos inesperados rayos de sol en una clara y otoñal mañana berlinesa. Esa misma luz cálida que atraviesa el transparente Parlamento alemán para, tras regalarnos su majestuoso reflejo en las aguas del río Spree, colarse por los cristales de la modesta oficina de Televisión Española en Berlín. El plano de esa ventana que observamos cotidianamente los telespectadores al escuchar sus crónicas y que, sin duda, se ha convertido en compañera de viaje de Miguel Ángel. Mecánicamente coloca la cámara, enciende los focos y se sitúa de espaldas al fascinante Bundestag para ofrecernos un relato sonoro, vivo, cargado de análisis y entendimiento, que hace sentir al espectador la cercanía de la información narrada por un  profesional que transmite  con naturalidad el incesante cambio que se está produciendo en el  Viejo Continente.

Demuestra veteranía en su oficio, debidamente reconocida por más de 70 premios nacionales e internacionales que le han sido otorgados junto a sus estimados compañeros del equipo de informativos de La 2: Fran Llorente, Fernando Navarrete, Lorenzo Milá… Mas como él declara lo suyo no era dirigir informativos. Se había alejado de sus deseos de juventud, de su amor por el reporterismo y, en cuanto su carrera profesional le brindó la oportunidad se despidió de Madrid para, con su familia, poner rumbo a Berlín. Hace ya cinco años que Alemania le dio la bienvenida ocupando una corresponsalía olvidada, con poca actividad, y careciendo del idioma en el que iba a tener que defenderse. En un ambiente distendido reconoce que aprender alemán no es tarea fácil para alguien de su edad, mientras admira la rapidez con la que sus hijos han adquirido esta nueva lengua.

Hoy Miguel Ángel recuerda satisfecho la labor informativa que esta corresponsalía berlinesa ha desempeñado en los últimos años. Y es que la actual corresponsalía no tiene nada que ver con aquélla que en su día encontró: el teléfono suena constantemente, Torrespaña pide información, Merkel en pantalla, una pieza por terminar de editar… Pero Miguel Ángel se concentra, establece prioridades y con diligencia coordina unos de los rincones con los que todavía cuenta Televisión Española alrededor del mundo. Aunque se respira un aire matizado de nostalgia, de desánimo, cuando relata la progresiva desaparición de otras corresponsalías de medios españoles y habla sin pudor del futuro poco prometedor que nos espera a los estudiantes de Periodismo. Sin embargo nos anima a no quedarnos quietos, a viajar, a vivir experiencias. Él mismo asegura tener la necesidad de cambiar de ciudad cada cierto tiempo. Pero si hay algo indiscutible es que desde cualquier lugar desde el que informe, Miguel Ángel García seguirá deleitándonos con esa particular forma de comunicar a la que nos tiene acostumbrados.