Tras haber trabajado para diferentes medios, Arturo
Rodríguez es ahora fotógrafo freelance, un oficio que le apasiona y que
compagina con tarea de profesor de la escuela de fotografía BlankPaper. Hoy nos abre las puertas de este
centro para hablarnos de su trabajo y de su pasión por la fotografía, en
especial la de guerra y los conflictos internacionales.
En mitad del ajetreo y trabajo
que supone el montaje de cualquier exposición “raptamos” a uno de los
responsables: Arturo Rodríguez quien
ejerce de jefe de estudios y profesor de la escuela de fotografía BlankPaper.
La muestra representa el trabajo fotográfico de los alumnos que han tomado clases durante este curso.
Al llegar a este tercer piso
escondido y cercano a la Gran Vía
madrileña, todo pintado de blanco, le encontramos trabajando en la biblioteca. Espacio
que abandona para pasar a acomodarnos en una de las aulas vacías de la escuela
de fotografía. Muy atento, Arturo se
preocupa de que nadie nos interrumpa durante la conversación. Aunque, por los
avatares de nuestra sociedad de la información, el móvil que se olvidó de
desconectar interrumpe el diálogo un par de veces.
Sin prestar atención a nada que
no sean las preguntas, contesta con
timidez, pero a la vez apreciamos un
tono amable y muy cercano y con un conocimiento
certero en todas y cada una de sus precisas respuestas. En ellas, fácilmente
transmite su pasión por la fotografía de guerra y conflictos internacionales ,
haciendo que se despierte la curiosidad por ese entorno hostil en el que hay
muchas historias que contar.
Con sólo 26 años Arturo está realizando su sueño. El sueño de
un incansable con algo de suerte, y que como él mismo dice, aprovecha su
talento para meterse en líos y salir ileso para viajar a lugares en conflicto y
fotografiar lo que su objetivo de vida le marca y lo que el objetivo de su
cámara le permite. Este es realizar un
trabajo de concienciación dejando constancia de las cosas que pasan Y para ello
aprieta “el obturador y dejar que el
azar haga el resto” pero, con muchas horas de investigación y estudio a sus espaldas.
Aunque ha trabajado para
múltiples medios de comunicación nacionales e internacionales, hoy nuestro
entrevistado se decanta por su trabajo
de profesor y de fotógrafo freelance.
Dos tareas compatibles que le permiten ir a los lugares que él quiere y no
quemar aquello con lo que disfruta, pese a que esto suponga tener que llamar a
muchas puertas para ofrecer su trabajo.
Su próximo destino aun no está
claro, pero sin duda será una apasionante aventura en la que le deseamos lo
mejor.
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