Miriam Mata
Estudiar
periodismo en la cuarentena
Más de 20 años sin
estudiar no han conseguido derribar las ilusiones de Esperanza. Una mujer
segura, valiente, de conversación ágil y alegría por doquier que se retó a sí
misma para comenzar los estudios de periodismo y se está sorprendiendo de los
resultados obtenidos. A sus 41 años comenzó a cursar periodismo en la
Universidad Complutense cuando se ofrecía el último curso de licenciatura antes
de comenzar los actuales del Plan Bolonia. Ahora, con más bagaje en la vida, se
da cuenta de que la juventud le hizo tomar decisiones precipitadas y que nunca
es tarde para cumplir un sueño. El suyo era ir a la Universidad y ya en el
ecuador de la carrera siente que necesita saborear aún más la experiencia.
Confiesa que al
principio no sabía si iba a encajar y que estuvo tentada a abandonar su idea, pero con el paso del tiempo sus compañeros se
han convertido en un elemento imprescindible para ella. Aficionada a vestir de
negro y de melena corta rubia, se desenvuelve a la perfección entre los más
jóvenes, que le aportan mucho tanto en el plano personal como en el académico. Le
llena de energía rodearse de veinteañeros, además de abrirle el camino hacia su
hijo mayor, al que comprende mejor gracias a la constante interacción con la
juventud.
Se siente a gusto con
lo que hace y con lo que le rodea y eso se nota. En clase asume con frecuencia ese
liderazgo natural que solo los grandes líderes suelen aportar. Pasa
desapercibida, pero en el momento que se expresa: sentencia, apunta y marca.
Por ello cuando sus compañeros desean negociar la fecha de un examen, la
entrega de un trabajo o el cambio de un evento, acuden a Esperanza esperanzados
en la negociación. Es entusiasta y muy trabajadora, tanto que son muchas las
miradas que también los profesores depositan
en ella cuando desesperadamente buscan su ayuda para que los alumnos
estudien las materias. Sin embargo, ella
que afronta la carrera con otras inquietudes que sus compañeros, piensa que
también tiene más responsabilidades que la mayoría de los estudiantes. Concilia
su vida universitaria con el cuidado de su familia. Pero tanto su marido como
sus dos hijos saben que en época de exámenes el mejor regalo es el tiempo y
Esperanza ha aprendido a aprovecharlo al máximo. Un sacrificio que hace con
placer porque le resulta gratificante.
No estudia por trabajo,
ni tampoco por dinero. Lo suyo son ganas de aprender y de mejorar. Respecto al
futuro, baraja distintas opciones aunque el docente es un terreno propicio para
su edad y situación. Desde luego, en la universidad ha descubierto un mundo que
le engancha y no descarta seguir por este camino. Igualmente, quiere seguir
formándose en el ámbito de la palabra y de la documentación para lograr escribir
un libro, algo que siempre ha tenido en mente. Hoy Esperanza ha encontrado su
camino lleno de esperanzas que están consiguiendo abrir nuevos horizontes y posibilidades.
Qué maravillosa entrevista. Sin duda, una entrevistada muy interesante que sorprende con sus palabras, y por supuesto, muy buena entrevistadora que sabe llevar el ritmo de la entrevista y aprovecha las respuestas de la entrevistada para preguntar. ¡Enhorabuena por la entrevista y por ese perfil tan trabajado!
ResponderEliminarMe ha encantado la entrevista, muchas gracias Miriam por ese perfil tan bonito que me has hecho, estoy segurísima que vas a ser una gran profesional de esto, sois un gran equipo. Enhorabuena¡¡¡
ResponderEliminarMíriam, me ha gustado mucho tu entrevista, seguiré desfrutando de tu voz, serenidad y naturalidad. !Todo un placer!
ResponderEliminarEnhorabuena Espe, ¡no sabes cuanto me alegro! ¡sigue así!
ResponderEliminarBesos
kar
¡Me ha encantado la entrevista y me he reído mucho!
ResponderEliminarEnhorabuena chicas!
B.J
Muy buena entrevista. Dos grandes, no futuras sino presentes, profesionales. Seguid así. Mucha suerte a ambas!!!
ResponderEliminarM. C.
Esperanza es un ejemplo de que lo importante no son los años físicos sino la edad mental que tenemos cada uno. Se nota que es una mujer con mucha fuerza y que tiene el mismo arrojo o más que cualquier veinteañero.
ResponderEliminarRG
A mi lo que más me ha gustado ha sido el tono amable de la entrevista, sobre todo porque más que un trabajo periodístico parecía que dos amigas habían quedado para tomar un café. ¡Qué aburrimiento!
ResponderEliminarUn saludo.
A.C.