Entrevista a Amaral

Anabel Frutos

Con motivo de la celebración del Día del Rock de la Facultad de Ciencias de la Información, Eva y Juan, integrantes del grupo Amaral, han brindado su voz a nuestro programa para contarnos sus experiencias en el mundo de la música. Nos desvelan cómo fue el tiempo en el que compaginaban estudios con la composición de sus canciones y cómo con persistencia y profesionalidad se han convertido en uno de los grupos más reconocidos de la música en español. Lo suyo no es la fama, de hecho, les encanta haber tocado en directo en nuestro auditorio. Se encuentran en medio de una gira que les lleva a los Estados Unidos pero, su pequeña parada ante nuestros micrófonos ha hecho patente su cercanía, su cordialidad y, como no, su inigualable música.

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El Perfil

Con una indescriptible naturalidad se sientan ante nuestros micrófonos, de tú a tú, como si no fueran los mismos que acaban de embelesar al auditorio de la Facultad de Ciencias de la Información con sus canciones. Juan silencia repentinamente a los allí presentes cuando sus dedos tocan la primera nota y, tras breves segundos, la voz de Eva desprende una esencia hipnótica que les hechiza. Tras más de una década sobre los escenarios, todavía se sienten abrumados, a la vez que agradecidos, por poder actuar en un salón universitario.

A pesar de que su carrera se describe en constante ascenso por la senda del éxito, regalan sus canciones a un pequeño público con el mismo ímpetu con el que lo hacen en sus conciertos de París, Londres o Estados Unidos. Amaral asegura que la ilusión por los reconocimientos que la música les ha brindado a día de hoy estriba en el significado que éstos tienen para sus familias, sin embargo, lo que a ellos les fascina es poder recorrer mundo y deleitar a los cinco continentes con sus letras.

Recuerdan con simpatía la etapa en la que compaginaban estudios con trabajo para lograr alcanzar su sueño más preciado: vivir de la música. Una noche zaragozana, tras cerrar los bares en los que Eva y Juan trabajaban,  sus caminos se cruzaron y, de la conexión de la voz de ella y de la música de él nació Amaral.

Las cuerdas vocales de Eva desprenden un tono grave, seguro, que contrasta con la potencia demostrada en los registros más agudos de sus canciones. Y Juan, aparentemente tímido, da rienda suelta a sus palabras con comodidad en la radio. Gigantes ante el público, pequeños tras el escenario. Reconocen sentir nervios concierto tras concierto pero, como señala Eva, ello es símbolo de tener entusiasmo por lo que uno hace.

Admiran la soltura de los periodistas en las ondas y su forma de comunicar mediante la palabra, palabra que acompañan de melodía para transmitir grandes historias. Precisamente, historias cuyo final resulta en tres Premios Ondas de la Música, diez Premios de la Música, dos MTV Europe Music Awards y un Premio Nacional de las Músicas Actuales. Pretenden continuar seduciéndonos con sus  temas en un nuevo álbum, y es que lo suyo en la música se asemeja a una maratón de fondo. La meta: poder tocar algún día en Japón.