domingo, 22 de mayo de 2011

Javier Calleja

Se trata del bibliotecario más carismático de nuestra Facultad, que hace unos días cumplía 31 años en este puesto de trabajo. Persona muy querida tanto por alumnos como por el profesorado. 
Por Mª Cristina Martín Serrano, redactora de ENTRE TÚ Y YO.





"El perfil "
Un hombre carismático, un rostro amable en el que se dibuja una entrañable sonrisa, un personaje conocido por casi todos los que visitan la biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Información y reconocido por su larga trayectoria y dedicación dentro de estos grises muros. Su mirada nos descubre a un hombre sincero, sencillo, cercano y siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesite, algo que le motiva para hacer su trabajo día a día.
Le solemos encontrar en el horario de las tardes detrás del mostrador encantado de atendernos una vez más, pero hoy antes de empezar su turno ha querido ponerse al frente de los micrófonos de ENTRE TÚ Y YO para que le conozcamos un poquito mejor y hablarnos sobre nuestra biblioteca, un auténtico tesoro por el gran fondo documental que alberga y que muchos de los estudiantes no conocen totalmente.
Javier Calleja nació en Madrid un 15 de mayo de 1953, día de San Isidro, patrón de los madrileños. Un día señalado que también figura en su contrato de trabajo como fecha de inicio del mismo. El próximo mes cumplirá 31 años como bibliotecario de nuestra Facultad, un trabajo en el que se siente a gusto, ya que para él no es trabajar con libros, sino con personas. Se declara como un hombre bastante estático al que no le gustan los cambios, y lo demuestra su estabilidad en su mismo puesto de trabajo desde hace tres décadas entregado en cuerpo y alma a su oficio de bibliotecario
A pesar de llevar tantos años en su profesión viviendo de libros y entre libros llama la atención que entre sus aficiones no se encuentra la lectura. Sus hobbies han ido cambiando con el paso de los años, y ahora se centran en la grabación de películas y series de televisión. Pasión a la que se suele dedicar los fines de semana, pues requiere de mucho tiempo y dedicación, y solo en estos días dispone de todo su tiempo.
Después de hacer unas suplencias en el actual Hospital Gregorio Marañón durante dos años y tras pasar los pertinentes exámenes para acceder al puesto, comenzó a trabajar en la biblioteca de nuestra Facultad en los años 80 en la sección de periódicos, revistas y fotocopias, para pasar después en los 90 a la sala, donde ha ayudado a muchos estudiantes y profesores en sus consultas, trabajos y tesis doctorales. Ha visto como la biblioteca sufría cambios, como su extensión, el aumento en el número de  ejemplares, el crecimiento de volúmenes en los depósitos o la introducción de las nuevas tecnologías a las que ha sabido adaptarse sin ningún problema porque con la práctica se coge todo, según nos confiesa.
Los meses de mayo y enero son de aúpa nos cuenta Javier, con mayor cantidad de trabajo en la biblioteca. Además nos relata que los chicos suelen ser más torpes a la hora de buscar los libros, algo para lo que las chicas son más espabiladas. Mejoraría su lugar de trabajo dotándolo de un mayor espacio, con salas para los investigadores y más fotocopias en sitios cerrados para no molestar. Un gran conocedor de la mayoría de los rostros que visitan la biblioteca, al que le gusta ser comunicativo y que se siente bien trabajando aquí, ataviado con su camiseta roja con el escudo de la Universidad Complutense se dirige escaleras arriba con una sonrisa en el rostro hacia su mostrador esperando para comenzar su jornada de trabajo.

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